Puedo imaginarmelo sentado tras su mesa, vistiendo traje de chaqueta, el pelo limpio; tan guapo como siempre.
    Se levantará al oir unos ruidos con cara de extrañeza y algo de preocupación aunque quizás no la necesaria hasta que vea a esos tipos. Enseguida sabrá que deberá mantener la calma, por su bien y el de sus compañeros. 
Mujer embarazada; 
peligro. No por parecer un héroe ni ser más valiente que nadie intentará calmar a los hombres, a aquella rata  que le está apuntando con un arma y amenaza con volar por los aires toda su vida y la de quien se cruce con él.
    Tendrá coraje para aparentar una voz sosegada queriendo así conseguir apaciguar a los hombres incluso cuando no le quede saliva en la boca por el miedo tratará de acordar algo con ellos; todo será en vano.
    Puedo imaginarmelo tirado en el suelo, con el traje un poco arrugado, el pelo despeinado; tan guapo  y  querido por todos, 
como siempre.