Era una mujer con tamaña lascivia que un simple ademán de sus ojos provocaba en mí voluptuosos sentimientos inefables.

lunes, 31 de mayo de 2010

Llega el hielo de chupar

(Suena la canción del Camión de los Helados)




De entre todos los helados del mundo mundial (y hay muchos) yo distingo dos tipos: los que te tomas durante cualquier estación del año, tipicos en tarrinita, o cucurucho, y los de "ya viene toa la caló".
El sábado me comí uno de esos de tarrinita que te saben bien en febrero, enero, octubre o marzo; cuando quieras.

Pero hoy me he tomado el primero de "toalacaló". Oficialmente no es verano, al menos no lo ha dicho todavía El Corte Inglés, pero ese calorcito bueno ya está aquí. Como dije en la entrada anterior, poquito iba a durarnos esa primavera con su sol-no-abrasador.
Ya caen esas gotitas de sudor por la frente, las gafas de sol jodidamente dejan marca en el puente de la nariz y no puede uno estarse quieto en la calle ni un minuto.
Diga lo que diga la tele, para mi ya es verano, así que hoy me he tomado el clásico Calippo de fresa, ese que se derrama cuando quieres chupar el liquidito del fondo y te cae por la camiseta, el escote y si me apurais, el sujetador y lo que sea que sujete.


Parece estúpido dedicarle un trozo de esto a los helados pero a mí me gustan.

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