Sensaciones agradables

10:20 am: vasito de ginebra y no se lleve la botella por favor.
11:30 am: ya no me sapetece, prefiero el agüita y una sonrisa.

En una hora ha tomado otro rumbo mi día; lo mejor es que ha sido solo y no ha dependido de ningún factor, simplemente he pasado del reloj de arena.

Los días como hoy compometen. Una clase bien productiva de pintura es de las mejores sensaciones que puedo experimentar. Me relajo pero a la vez estoy muy concentrada en una pincelada o un color, utilizando esa parte que me gusta de mi cabecita. Pero sin duda la mejor sensación del día llega cuando vas paseando con un sol tenue y empieza a llover gradualmente de unas chispitas a una buen chaparrón así por las buenas. Los árboles son más verdes, las bugamvillas más moradas y todo se agita por el viento; everything is okay!
En esos momentos no quiero ni ginebra ni ná.



Esta sensación tan agradable del día me ha recordado a otra de hace un poco: conocer a una persona e intuir que va a ir bien la cosa.
Que te va gustando lo que conoces de ella (hay que decir que si se tienen buenas referencias siempre vamos positivos pero no sólo me dejo guiar por lo que me cuentan), y poco a poco realized that he was right: es una persona rara y guay, por dentro y por fuera.
Fue una de esas sensaciones que yo califico como "agradables".
Como estoy contenta se lo digo, pero ella ya sabe todo esto porque es un hámster demasiado listo. Eso sí, espero que no me odie por devolverle el pañuelo, ya veis qué cara me pone.

"Please, don´t smile, I´m paralyzed and you are still alive".